Tercios Imperiales Españoles

08/06/2021 Desactivado Por admin

Tercios Impériaux EspagnolsSpanish Imperial Tercios

Fueron la unidad militar del Ejército español durante la época de la Casa de Austria, famosos por su resistencia en el campo de batalla, así se formo la élite de las unidades militares de la época con voluntarios profesionales temidos y respetados por todos, considerados como el primer ejército moderno europeo, desde 1534 estuvieron siglo y medio siendo la mejor infantería con sus picas en ristre y armas de fuego (arcabuces y mosquetes) hasta su disolución en 1704. Sus componentes nos sólo eran de nacionalidad española, había napolitanos, lombardos, irlandeses, escoceses, ingleses, alemanes, valones, borgoñones y portugueses.

Los tercios fueron la pieza esencial de la hegemonía terrestre, y en ocasiones también marítima, del Imperio español, siendo considerado el renacimiento de la infantería en el campo de batalla. La mala fama de los Tercios españoles forma parte inseparable de nuestra Leyenda Negra difundida por la historiografía anglosajona, francesa y holandesa para perjudicar la imagen política de España sobre todo durante el período del rey Felipe II.

El Gran Duque de Alba

Fernando Álvarez de Toledo y Pimentel, (Ferdinandus Toletanus Dux Albanus), hombre de mayor confianza y obediencia del rey Carlos I de España y de su hijo y sucesor, Felipe II de España, mayordomo mayor de ambos, entre otros cargos fue gobernador de los Países Bajos de los Habsburgo (1567-1573).

Considerado el mejor general de su época, participo en la guerra Italiana (1521-26), Habsburgo-Otomanas, Italiana (1542-46), Esmalcada (Alemania), Italiana (1551-59), Flandes y la de Sucesión portuguesa.

Ambrosio Spínola

Capitán General de Flandes durante la guerra de los Ochenta Años.

Es famoso por la toma de la ciudad holandesa de Breda y recordado como uno de los últimos grandes jefes militares de la Edad de Oro española.

Tercios Ambrosio Spínola ecuestre

EL TERCIO


Maese o Maestre de Campo

El Maese o Maestre de Campo, rango militar creado por Carlos I de España en 1534 y su nombramiento era llevado a cabo por el monarca en Consejo de Estado.

Bajo su mando se encontraba el tercio, tenía potestad para administrar justicia y reglar el avituallamiento. Su guardia personal constaba de ocho alabarderos alemanes, pagados por el rey, que lo acompañaban a todas partes.

Muchos de los tercios llevaban el nombre de su Maese.

Sargento Mayor

Sargento Mayor de los Tercios Españoles, era el segundo al mando del tercio, ayudante directo del Maestro de Campo, podría considerarse como el jefe de Estado Mayor. No tenía compañía propia, pero tenía la potestad sobre los demás capitanes.

Daba las órdenes de boca del maestre de tercio a los capitanes, decía cómo debía formar en el campo de batalla el tercio, dónde se alojarían las compañías, etc. Era, sin duda, el trabajo de mayor responsabilidad. Tenía un ayudante que solía ser el alférez de su antigua compañía.

Furriel Mayor / Furriel

El Furriel Mayor era el encargado de alojar a los soldados, de los almacenes del tercio y de las pagas, en general de toda la logística.

Cada compañía tenía un furriel que llevaba las cuentas de su unidad, la lista de los soldados, las armas y la munición de la que precisaban los soldados y el capitán. Para ser furriel se necesitaba saber leer, escribir y conceptos básicos de matemáticas.

Preboste

En el tercio existía como un cuerpo de policia militar que era comandado por el Preboste.

Se encargaba del orden entre la tropa, la limpieza de los campamentos, la seguridad de los edificios donde se iban a alojar los soldados y evitar que los soldados se dispersasen en las marchas.

LA COMPAÑÍA


Capitán

Era la persona designada por el rey para que organizase y mandase una compañía; él decidía de qué arma iba a ser formada la compañía (cuando no había mezcla de armas): picas, arcabuces o mosquetes.

Los capitanes normalmente tenían un paje de rodela, llamado también paje de jineta, esos muchachos les tocaba la peor parte del combate, colocarse delante de su capitán para protegerlo con la rodela.

El capitán debía informar de los percances ocurridos a sus superiores, no tenía la potestad de castigar a sus soldados, ni herirlos, menos matarlos.

Alférez

Era el encargado de llevar la bandera en el combate, era la insignia de la compañía y debía protegerla con su propia vida. Durante las marchas tenía un ayudante, el sotaalférez también llamado sota o abanderado, que se encargaba de ella fuera de la batalla, pues podía llegar a pesar unos 5 kgs.

La bandera siempre debía llevarse de forma vertical, nunca al hombro, pues si los soldados veían que la bandera caía o era arrastrada por el suelo bajaría la moral.

Sargento

Cada compañía tenía un sargento, encargado de transmitir las órdenes de los capitanes a los soldados, de que la tropa esté siempre bien preparada para el combate (armamento, munición, protecciones, etc.) y de que las tropas en el combate vayan en buen orden.

En los servicios nocturnos el sargento es el encargado de poner las centinelas, y debe revisarlas durante toda la noche. El sargento puede castigar a aquellos que no cumplan estos servicios, y si requiriese de la fuerza podría usar la gineta, una alabarda especial que solo la llevaban los sargentos, tratando de solo herir y no mancar al soldado castigado

Cabo

El cabo era un soldado veterano que tenía a su mando veinticinco hombres.​ Eran los encargados de alojar a los soldados en camaraderías (grupos de soldados más reducidos). Tienen que adiestrar a los soldados, cuidar de que cumplan las órdenes del capitán, de que luchen bien y de que no creen problemas. Si los hubiere, el cabo no puede castigar a los soldados y deberá hablar al capitán de los posibles desórdenes ocurridos

Tambor y Pífano

Los tambores o cajas y pífanos eran los encargados de llevar las órdenes del capitán en el fragor de la batalla a base de los toques de sus instrumentos y también subir la moral de los hombres en el combate con sus melodías.

Piqueros

Los piqueros usaban la pica, de entre 3 y 6 m de longitud, y portaban también su espada atada al cinto, se protegían con celada o morrión,  peto, espaldar y  escarcelas que cubrían los muslos colgando del peto. La espada era su gran baza en cualquier combate cuerpo a cuerpo, y en su manejo tenían los españoles una acreditadísima fama. Normalmente era de doble filo y no solía medir más de un metro para hacerse más ligera y transportable.

Arcabuceros

Los arcabuceros adquirieron mucha importancia en los tercios: llevaban un capacete, gola de malla y chaleco de cuero (coleto), a veces peto y espaldar. Su gran arma era el arcabuz, un cañón de hierro montado sobre caja de madera con culata.

El equipo incluía asimismo una bandolera para las cargas de pólvora y una mochila para la munición, la mecha y el mechero.

Mosqueteros

Los mosqueteros llevaban un equipo muy similar al de los arcabuceros, pero se diferenciaban en que, en vez de arcabuz, usaban un mosquete, arma de mayor alcance y calibre, lo que también requería dispararlo con el apoyo de una horquilla montada en el suelo; y en vez de morrión, sombrero de chambergo. Su alcance les permitía salir de la formación cerrada y refugiarse en el escuadrón después de abrir fuego.

Rodeleros

Los rodeleros portaban escudo y rodela (tipo de escudo redondo que solía ser de acero), se usaba a menudo contra las formaciones de alabarderos y piqueros, ya que los espadachines podían esquivar las mortíferas picas e infiltrarse en las formaciones para diezmarlas desde dentro.

Cirujano

No existía un cuerpo médico o sanitario como tal, lo desempeñaba un médico profesional, los cirujanos de cada compañía y el barbero que solían hacer de enfermeros y debían saber atar y sangrar heridas (por cada compañía sólo había un cirujano y un barbero).

Los camilleros solían ser los mozos que acompañaban a los soldados al combate o los propios soldados llevando a sus propios camaradas.

Capellán

En los tercios, como ejército cristiano, debía tener por cada compañía un capellán para dar fe a los soldados, enseñar el evangelio, celebrar la santa misa y dar la extremaunción a los heridos y a los que iban a morir. En un principio el capellán era contratado por los soldados. Era un trabajo arduo, pues los capellanes se debían mover por el campo de batalla para dar la extremaunción a los caídos y solían ser el objeto de odio en enemigos contrarios a la Iglesia católica (los protestantes y musulmanes).

En 1587, la orden de los jesuitas es la encargada de proveer los capellanes de los tercios. Con la ordenanza de 1632​ se crea el puesto de capellán mayor, que era el encargado de elegir a los capellanes de las compañías y capellán de la compañía del maestre de campo. Además, eran los únicos que podían juzgar a otros capellanes.

Pica Seca

El Pica Seca o Bisoño, era el recluta recién llegado y que no ha reunido todo el dinero para completar la vestimenta que podía tener un soldado veterano. De normal llevaría la vestimenta más simple de la época que podía constar de además del pañuelo a la cabeza, por ejemplo, una camisa con cuello a la valona, pantalones anchos a la altura del muslo (tipo «acuchillados» si podía ser) y botas de caña alta y cuero grueso dobladas a la altura de la rodilla, con tiempo y dinero añadiría un sombrero de ala ancha y un jubón o ropilla de cuero sin mangas. La cruz de San Andrés sobre el pecho o un pañuelo rojo atado al brazo eran la distinción como soldado del tercio español.

Civiles no combatientes

Todo soldado podía llevarse los mozos y criados que pudiera costear para su posición social y recursos. Eran una especie de escuderos que aprendían de sus superiores el arte de la guerra, el cuidado de las armas y los caballos. Un gran número de protegidos y de no combatientes acompañaba al ejército de tercios en su marcha, desde mochileros para transportar los equipajes hasta comerciantes con carros de comestibles y bebida, cantineros, sirvientes, etc. y hasta prostitutas. Estas últimas, aunque bastante numerosas, no podían pernoctar con la tropa porque se debía respetar cierto límite de medidas de control del orden, por lo que debían marcharse del campamento al caer la tarde.

Fuente: Wikipedia