Diorama el Camino Español

10/06/2021 Desactivado Por admin

Chemin des EspagnolsThe Spanish Road

El Camino Español o Camino de los Españoles, también Camino de los Tercios Españoles o Corredor Sardo, fue una ruta terrestre creada en el reinado de Felipe II para conseguir llevar dinero y tropas españolas a la guerra en los Países Bajos. La ruta marítima se había vuelto muy difícil debido a la caída de gran parte de la costa de los Países Bajos en manos de los rebeldes y a la enemistad de Inglaterra y Francia, que dominaban el canal de la Mancha. Por ello, el monarca español tuvo que buscar una ruta alternativa por tierra. Así, se abrió un corredor militar desde Milán hasta Bruselas, pasando por territorios seguros que, o bien estaban bajo su poder, o bien bajo su influencia y que nominalmente pertenecían al Sacro Imperio o al Reino de Francia.

La mayor parte del Ejército de Flandes se desplazó por el Camino Español, realizando una hazaña logística asombrosa para su tiempo. Los soldados podían cubrir a pie los 1000 km de Milán a Flandes con una media de 23 km al día. Aunque el transporte marítimo era mucho más rápido, capaz de cubrir unos 200 kilómetros al día (si el viento era propicio), la ruta por tierra era más segura y más corta, tanto si se salía de Barcelona (3950 km) como de Nápoles, dado que por mar había que dar toda la vuelta a la península ibérica y la prominencia de Brest en Francia, es decir, ambas se encontraban a unos 20 días (3950/200) de navegación de Flandes. La Corona española envió de esta manera más de 123.000 hombres entre 1567 y 1620, en comparación con solo 17.600 por vía marítima.​

Fuente: Martínez Laínez, Fernando (2007). Una pica en Flandes: la epopeya del camino español


Este pequeño diorama representa una columna, encabezada por exploradores montados en vanguardia e igualmente cubierta en su retaguardia con fuerzas de protección. Una columna representada por las diferentes figuras del tercio, desde el capitán, alférez abanderado, sargentos, cabos, rodeleros, piqueros, arcabuceros, mosqueteros acompañados por el sonido de los tambores y pifanos. Acompañados por los carruajes que transportaban desde enseres, tiendas, picas y personal civil, familiares, comerciantes y prostitutas. El maese y el barrachel en este caso, se aproximan a las granjas amigas concertadas para negociar provisiones o donde pernoctar esa jornada.